La Sacra Capilla del Salvador
Con esta obra maestra de Diego de Siloé, diseñada en 1536 para templo funerario del secretario universal del Emperador Carlos V, Francisco de los Cobos, comenzó la transformación urbanística de la ciudad de Úbeda en el único espacio abierto heredado de la ciudad medieval, el Llano de Santa María.
La Plaza Vázquez de Molina
Este espacio monumental, presidido por la Sacra Capilla del Salvador y que fue edificado por el Secretario Imperial y sus parientes como marco urbano donde escenificar la vertiginosa ascensión social de su linaje, es conocido hoy como Plaza Vázquez de Molina y es la pieza central de la declaración de Úbeda, junto con el vecino conjunto monumental de Baeza, como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 2003.
La sacristía
La singularidad de esta sacristía radica en su monumental estatuaria que cumple una doble función como elemento sustentante de su arquitectura y como soporte de un complejo programa iconográfico elaborado por el Deán Ortega y ejecutado por el escultor de origen francés, Esteban Jamete. Este programa expone la visión, propia de la historiografía cristiana, de las tres edades del mundo.
En la sacristía se confrontan los dos extremos del tiempo: el tiempo antiguo antes de Cristo representado por los atlantes y cariátides que soportan el entablamento, símbolos de los pilares de las civilizaciones de la Antigüedad, junto con las doce sibilas de las enjutas de los arcos y el tiempo final, el fin de la Historia, que llegará con la segunda manifestación de Cristo como Salvador anunciada por los ángeles apocalípticos de las claves de los arcos y simbolizada por los miembros del linaje de Los Cobos, identificados por sus escudos, que se asoman desde unos óculos para contemplar el Juicio Final.
Fuente: Fundación Casa Ducal de Medinaceli.