¿Cámara fotográfica o herramienta para la defensa personal? La Konica Autoreflex T3 es una cámara prácticamente indestructible, puesta en el mercado en 1975, es la última de la serie de las grandes Autoreflex de Konica. Grande y pesada, de construcción muy sólida y completamente mecánica.
Con su revolucionario sistema de medición a plena abertura y exposición automática con prioridad a la velocidad, era una de las más completas cámaras de su época. Dotada de serie del magnífico Hexanon AR 50mm F1.7 , un objetivo de gran calidad óptica y mecánica.
Más de 45 años de uso y abuso (desde 1976), con caídas al duro asfalto desde 4 metros de altura, contemplan a esta réflex, que a pesar de su lamentable aspecto sigue cumpliendo perfectamente su papel.
Por un módico precio, le he recalibrado el fotómetro y en vez de las pilas de mercurio de 1,35 V ahora puede usar alcalinas LR44 de 1,5 V (no recomendables por la variación de tensión según se agotan) o de óxido de plata SR44 de 1,55 V obteniendo la medición correcta.
Todas sus velocidades son mecánicas, por lo que puede usarse en modo manual aunque las pilas estén agotadas.